jueves, mayo 02, 2013

Sofía, Fría Avalancha del Tiempo


Viene ella vestida de blanco bordeando las orillas del mar del norte
La vida vestida de largos trazos y belleza pura
mismisima muerte
La jinete del dolor que pasa y arranca lo que queda del follaje corporal
dama de los cielos rasgados de la historia.

Sofía, arquera de memorias
asesina de ilusiones…autora de pesares
flautista de augures
mensajera de fortunas

Eterna y lozana
rugiendo desde lo profundo del mundo
crujiendo desde los montes del Este y las áridas tierras del Oeste
haciendo catarsis en la mente y dejando nubes tormentosas a su paso.

María, elegida ilegitima y sencilla, longeva señora del mundo
ruego por ti en los momentos que la dama alba venga por mí
ruego que no me regrese a la cueva donde la oscuridad es solo un beso del miedo

"ruego por ti en los momentos que la dama alba venga por mí"

El Olmo Resbaladizo - Oda



Así el Edén de las sámaras y faunos recorriendo tus ramas de oro
la tierra esmeralda que se baña bajo las sombras de tu arcana sabiduría
arrojada bajo tu sombra  yace la historia del hombre
Penas envueltas en fantasías
sueños que marcados en tu tronco se volvieron quimeras eternas
Ilusiones de aquel, el hombre que no tuvo nada y todo deseó

Quieto en la mitad del bosque
Nunca antes el viento se sintió tan dulce
nunca antes el sol emanó tanta luz
nunca antes el que nació y murió vivió tan feliz.
Los ojos avellanas del mundo que fue
un hogar inerte de los hijos de Artemisa
sin saber, los brazos del mundo perennes abiertos a ser abrazados.

Yo me recosté noches enteras y me cubrí de la fría penumbra de las noches
bajo tus pequeñas hojas de terciopelo, gotas,
pequeñas mariposas verduzcas conté estrellas y me reuní con la luna
hablé con los que no hablaban mi lengua
y confesé secretos que enterré entre tus raíces.

Memorias que se abrazaran hasta el fin entre tu corteza.

Los recuerdos que guardo en mi mente no olvidan, además
Los octubres pardos donde llovían tus pétalos
Danzando junto a la última flor de verano
lluvia solar sin Sol
felicidad sin razón
sonrisas en soledad.

Estarás allí hasta que lo voluntad te deje
tal vez hasta el final de los tiempos de este mundo
hasta que finalice la era de tu vida y ya seguro yo no esté más…
Solo déjame decirte
que desde allá, quedarás  creciendo una y otra vez en los paisajes de mi infancia.