Dejaré de pensar, dignidad irracional seré…
Formaré parte del inicio y el final.
Miraré desde el sol de las sirenas el horizonte seco de la devoción
el poder
Y los sacrificios, bestias salvajes que intentamos educar,
atacando al final a la mano que los alimentó.
Formaré parte del inicio y el final.
Miraré desde el sol de las sirenas el horizonte seco de la devoción
el poder
Y los sacrificios, bestias salvajes que intentamos educar,
atacando al final a la mano que los alimentó.
Veo en tormentas revueltas de arena inherente una raza perdida.
Una cultura que despacio se olvida el árbol de donde proviene,
El río de donde tomó
La historia que generaciones esfumó.
Creímos ser semidioses de la mitología mortal
solo fuimos y seremos posesos del mundo real y su veneno,
inocentes víctimas del tiempo,
retoños marchitos de los una vez pudo ser
los hijos rebeldes Dédalos.
Ya aquí el espíritu de aquellos que estuvieron yace lejos en medio del tiempo
Dejando de despertar un día, olvidando velar por nosotros.
Desistimos y la Tierra se volvió una utopía etérea,
instrumento de los ángeles.
Me prohibiré volver al mundo en que están, adolorido y penoso.
Traición y martirio
el ser, fue luces y es sombras negruzcas que se vuelven hacia el vientre que lo resguarda.
Aún fiel madre que no abandona.